Review: Pentiment
El arte imita a la muerte
Muchas veces me ha pasado que hablando con amigos me dicen, “que lindo trabajo haces”. Tenes la oportunidad de jugar muchos videojuegos antes que nadie, y probarlos. Y cuando ahondó en ese diálogo, siempre terminamos hablando de los videojuegos más populares o de ciertas franquicias top, de géneros FPS, RPG y hasta deportivos (y casi todos AAA). Pero lo que realmente tiene de hermoso este trabajo es, cada tanto, toparse con una joya oculta, ese videojuego que no lo veías venir, y que te termina enganchando, mientras te despierta de tu aletargamiento con una dulce bofetada de realidad. ¡Esto es lo que logra Pentiment!
EL TÍTULO
Yo mismo me pregunté si no era un lugar común comenzar hablando por el título de este extraordinario videojuego. Pero, al final del día, creí que era lo mejor, ya que cuando nos topamos con él, nos es imposible dejar de lado el hecho de que estamos ante ese “esperado” producto nuevo de la gente de Obsidian Entertainment.
Desde hace más de un año venimos escuchando hablar de que los creadores de “Fallout: New Vegas”, “Pillars Of Eternity” y “The Outer Worlds” (entre muchos otros) estaban trabajando en un nuevo videojuego, y durante mucho tiempo, y aun sin saber el título del juego o de que venía la cosa, nos imaginábamos que no nos podían defraudar.
Entonces, ¿qué es lo que realmente significa “Pentiment”?
La acepción cruda y dura dice que pentimento es una alteración en un cuadro, que manifiesta el cambio de idea del artista acerca de aquello que estaba pintando. Según el significado formal del término, se trata, por tanto, de un arrepentimiento. Este arrepentimiento excede a la forma, colores o detalles volcados en el lienzo, sino que también se puede tratar de un cambio en el enfoque de la obra, de este artista.
Genial, pero teniendo en cuenta esto, ¿de qué se trata “Pentiment” como videojuego?
Acá viene, lo mejor, estamos ante un videojuego donde el arrepentimiento, y la repetición de nuestros errores y pecados, son los principales protagonistas.
VOLVIENDO A LO CLÁSICO
Quienes han leído reseñas mías, saben de mi debilidad por hablar de inspiraciones e influencias en los videojuegos, y muchas veces estas influencias son realmente ciertas, o sea se nota que quien crea o diseña el nuevo videojuego lo hace desde una idea base, que tiene como punto de partida algún videojuego clásico. Por eso, tengo que confesarme, y reconocer que, muy dentro mío, siempre supe que llegaría el día en que me encontrara ante un videojuego al que yo pudiera reconocer familiar por muchos aspectos y que no hubiera sido influenciado o inspirado por esos videojuegos clásicos con los que comparte múltiples elementos claves.
Ni bien comenzado Pentiment, es imposible para casi cualquier gamer de más de 40 o 50 años de edad, con trayectoria en los videojuegos de 8 y 16bits, no reconocer ese sentimiento de comodidad, y de vuelta a lo clásico que supone, su trama, argumento, gameplay y apartado artístico (entre muchos otros elementos).
Es que estamos ante una “aventura gráfica conversacional” en 2D, pero con interesantes elementos, que lo hacen valiosamente único. La forma en que nos desplazamos por el mapa, tanto por el pueblo, como dentro de los distintos edificios, incluso el monasterio o el convento, donde los pasillos, patios y distintas habitaciones se van abriendo unas dentro de otras, nos recuerda mucho al estilo de desarrollo de mapa y escenarios usado en títulos como “Firelord” (1986) de Hewson Consultants. El sistema de diálogos e interacción con los personajes y objetos, que toma elementos de las aventuras point and click (pero sin el uso de un mouse), son una bocanada de aire fresco que invita a las nuevas generaciones a adentrarse en los estilos más emblemáticos del videojuego clásico.
Jugar Pentiment es como volver a esa vieja casa donde vivimos de chicos y la pasábamos tan bien. Es volver a sentirse cómodo, en un lugar que reconocemos como propio, es darse cuenta de que para hacer de un videojuego una experiencia única e inmersiva no se requieren de grandilocuentes presupuestos y detallados gráficos realistas en 3D. Pentiment, sabe hacer de la nostalgia una terapia, que combinada con un gameplay más actualizado, obtiene lo mejor de ambos mundos, pasado y presente, logran una mancomunión única.
Pero hay más, y sucede que Pentiment nos hace sentir que puede ser el sucesor espiritual (no hablo de argumental, ni de remake o secuela) de uno de los videojuegos más premiados de la historia… “La Abadía Del Crimen” (1988) Opera Soft. Lo que nos lleva a hablar de la parte más importante de este magnífico videojuego…
LA LÍNEA ARGUMENTAL
Nuevamente me pasa que debo hablarles del argumento de un videojuego, pero con un gran inconveniente, ya que al hacerlo debo tener un cuidado extremo para evitar spoilear ningún dato o detalle que le arruine la experiencia al jugador.
Voy a empezar contando mi experiencia personal. Yo llegue a Pentiment desnudo, o sea despojado de todo conocimiento sobre de qué se trataba el juego, no había leído una sola línea sobre su temática y casi no había visto ni una imagen del mismo, más allá de la carátula con la que se presentaba en la tienda de XBOX. Solo sabía que era un juego en 2D de vista lateral, con ilustraciones en acuarela y ambientado en la Europa del siglo XVI.
Creo que esa fue la idea de Obsidian, para presentar el videojuego, o sea que nadie supiera de qué trata realmente y que el jugador se meta en él y se deje llevar por la historia. Por esa razón, y ya que en realidad esta pretende ser una reseña que presente el juego a quienes no lo conocen, voy a explicar que es Pentiment, sin dar demasiados detalles sobre su historia y argumento.
Como dije antes, Pentiment nos recuerda a “La Abadía del Crimen”. Es muy difícil no sentir esa remembranza cuando lo estamos jugando, pero, como también comenté, no es porque sea una secuela o remake del título de Opera Soft. Esto pasa porque, aquel gran videojuego español, estaba basado en la novela “El Nombre de la Rosa” de Umberto Eco, y en la película homónima dirigida por Jean Jacques Annaud en 1986 donde se pone sobre la mesa la confrontación que había entre las ideas y doctrinas del Vaticano, con los Jesuitas y Franciscanos, mientras se buscaba resolver un asesinato en una Abadía del siglo XIV. Estoy convencido que sus creadores, en Obsidian, no se inspiraron en ninguno de los juegos a los que Pentiment me remonta. Esa semejanza está basada en su línea argumental, ya que ambos títulos nos invitan a adentrarnos en los conflictos sociales y morales de la iglesia como institución y la religión como tutora de esos valores morales.
Casi como broma del destino, y créanme que de forma 100% casual, en Pentiment nos toca encarnar a un artista que está llamado a realizar ilustraciones para los libros que se escriben en la Abadía de Kiersau, Tassing en la Bavaria del siglo XVI. Mientras, nuestro protagonista, Andreas Maler, trabaja en su obra maestra para lograr finalmente convertirse en Maestro de Artes, le tocará hacer una tarea para la que no estaba preparado. Resolver una serie de crímenes que se sucederán en dicha abadía, que tienen implicancias mucho más grandes que su entendimiento y voluntad. Siendo este el entorno y contexto de la historia que se desarrolla. Nos encontraremos con infinidad de situaciones, en que deberemos tomar decisiones que tarde o temprano nos afectarán en forma personal, debiendo hacernos responsables y sentirnos más o menos culpables de las consecuencias que esto genere, en la vida del pueblo (Tassing), y en la nuestra propia.
Volviendo al argumento, y a la novela de Eco, Pentiment comparte un elemento clave, ese que nos lleva a querer meternos de lleno en su historia, hablo del dilema moral, entre la sociedad de la época, la iglesia, la religión, las universidades, la nobleza y el pueblo, siempre con el elemento ígneo que suponen las ideas Luteranas en dicha época.
Incluso durante el desarrollo de la historia se hace referencia directa a Guillermo de Ockham (y sus ideas), filósofo y teólogo de los siglos XIII y XIV que sirvió de inspiración para el protagonista del personaje de Guillermo de Baskerville en El Nombre de la Rosa.
Pentiment, es un videojuego que se desarrollará en torno a dos frases muy célebres fundamentales:
La primera de Mark Twain quien dijo… “No es lo que no sabes lo que te mete en problemas. Es lo que estabas seguro que sabías y no era así”.
Y la segunda, de autor desconocido… “La verdad es como la poesía. Y la mayoría de la gente odia la poesía”.
Nuestro personaje deberá, tener la habilidad de desenvolverse en ese ámbito saliendo lo menos dañado posible.
GAMEPLAY
Si hay algo en lo que Pentiment se destaca es en este apartado particular, si bien dije que su gameplay nos recuerda a muchos juegos, también es cierto que no se parece a nada que conozca. No estoy loco. Se parece a muchos y a ninguno en concreto.
Cuando entras a Pentiment, lo haces directo en la historia, no hay tutorial, ni introducción propiamente dicha, y este es uno de los elementos que más me gustaron del juego.
Comenzás a jugarlo, y el juego te va llevando. Desde el momento en que lo único que elegís es jugar con tipografías que transmitan la personalidad de quienes están hablando (o hacerlo con tipografías de lectura simple) todo lo que vayas eligiendo y decidiendo va a tener consecuencias en la línea argumental. Por si no quedó claro, Pentiment no tiene voces, todo el texto de las conversaciones es escrito, y no por ello carece de carácter o sentido.
Cada personaje tiene una historia y sus personalidades y caracteres están muy marcados. El trabajo que realizó Obsidian en exponer las tensiones entre el pueblo y la nobleza, entre la nobleza y la iglesia, y, por sobre todo, entre la iglesia y el pueblo, es magnífico. Su trama te sumerge en un contexto donde las tensiones se pueden sentir incluso entre los diferentes habitantes del pueblo o “la plebe”. Si bien se trata de una aventura conversacional, donde justamente los diálogos son el recurso fundamental, también es un juego con importantes elementos de RPG, ya que a medida que vamos avanzando podremos elegir las regiones de donde somos oriundos, y las especialidades en las que somos entendidos, por ejemplo, ocultismo, religión, leyes, etc. (yo para hacerlo más divertido elegí el hedonismo). El juego cuenta con un diario, un mapa y un glosario dinámico que va apuntando en forma automática, palabras, términos y nombres que son de vital importancia para nosotros y nuestra vida en el juego. También deberemos ir resolviendo puzles, que nos ayuden a encontrar pistas para resolver los distintos interrogantes (no sólo crímenes) que el juego nos presenta.
Pero aquí viene la más importante de las aclaraciones sobre su gameplay, Pentiment no es un “murder mistery”, no es un juego en el que debemos resolver un crimen y encontrar a un culpable recopilando pruebas. En el siglo XVI no existía ADN, ni análisis de sangre, ni luz UV, ni polígrafo, ni ningún otro elemento utilizado por los detectives de ahora. En Pentiment, no hay forma de saber, a ciencia cierta, quién es realmente culpable o inocente, todo se trata de investigar y recopilar elementos, pero a la larga todo termina en escuchar a la gente con la que hablamos e interactuamos, y no hay forma de saber quién dice la verdad, quien miente, o quien oculta información para limpiar sus culpas o porque sus creencias religiosas o su profunda estupidez así lo dictan. Pentiment, nos hará tomar decisiones y hacerlo basándonos pura y exclusivamente en nuestros valores morales, y sociales. Nuestra propia conciencia. Nuestra percepción de la realidad, será lo único que nos hará pensar de una forma u otra y las decisiones que tomemos nos perseguirán el resto de nuestra vida (o del juego). Y lo mejor de todo, la razón por la que tomemos esas decisiones también estará dictada por nuestro parecer, o juicio personal, pudiendo hacerlo por propia convicción, por hechos fácticos o simplemente por una cuestión de fe. A medida que el juego avance en forma de actos, de un libro, iremos viendo cómo el arrepentimiento es una figura clave en este videojuego, y como los distintos dilemas morales, no van llevando a pensar más de una vez cada decisión que tomemos en el futuro o a arrepentirnos de lo que hicimos en el pasado. A la larga si aprendemos de nuestros errores, o los repetimos, será solo una cuestión que cada jugador irá descubriendo conforme el juego se desarrolle. La penitencia como forma de autocastigo moral, tomará un lugar importante en nuestra forma de pensar. Elementos como este, hacen de Pentiment un videojuego que no se parece a ninguno que haya jugado antes, ya que hace uso de recursos inexplorados para un videojuego, llegando a jugar no solo con lo que vemos, leemos y oímos, sino también con lo que sentimos y nuestros más profundos valores y creencias.
Obsidian, logró en Pentiment, cerrar una historia que no deja un solo cabo suelto, nada es antojadizo, ni está puesto ahí sin un sentido determinado. Todo tiene un por qué, y todo tiene consecuencias. Y lo mejor es que todo esto lo hace mientras expone las más profundas críticas a la iglesia y la religión, destacando su rol separatista y elitista en aquella época.
EL ARTE LO ES TODO
Luego de jugarlo, durante largas horas, debo decir que la elección de un protagonista que sea un artista, por parte de Obsidian, no fue un capricho, al final no solo tiene sentido dentro de la historia en sí, sino que logra cerrar un círculo perfecto, en donde el arte es otro de los grandes protagonistas en un videojuego donde su apartado visual y sonora son sublimes.
Pentiment, se muestra como una gigantesca obra de arte totalmente ilustrada a mano con acuarelas, muy al estilo del arte del siglo XVI. Los detalles de los escenarios, los personajes y los objetos son de una calidad difícil de encontrar hoy en día. Realizar un trabajo de arte tan fino y delicado, no es una tarea sencilla, y mucho menos convertirla en interactiva sin sacrificar dicha calidad. Hasta el movimiento de los personajes en forma tosca tiene un sentido que remonta a la época a la que refiere. Por el lado del sonido, el trabajo realizado tanto con la música incidental, y típica de la época, así como con los efectos de sonido que dan marco a cada escena, logra sumergirnos de lleno en una realidad paralela. Al final y al principio, todo termina en el arte. Y es que en definitiva un videojuego es una forma de arte en sí mismo, y termina haciéndonos reflexionar sobre cuánto de pentimento hubo en los propios desarrolladores de Obsidian mientras lo creaban.
ARREPENTIRSE FINALMENTE
Casi como un cierre redondo, y tomando en cuenta todo lo que les he contado, sobre lo que encontrarán si deciden darle una oportunidad a este gran videojuego desarrollado por un modesto equipo de entre 13 y 15 personas para Obsidian, arrepentirse es lo que los llevará a jugar y rejugar Pentiment una y otra vez, y aquí está otro de esos elementos que, este juego, tiene en común con las clásicas aventuras gráficas de los 80s, su rejugabilidad. Es casi imposible que al terminar Pentiment por primera vez, no sientas curiosidad por saber qué hubiera pasado si en un principio hubieras elegido decir que eras oriundo de Florencia, Italia, y entendido en Medicina y Leyes, en lugar de haber dicho que eras un Hedonista y Ocultista que se formó en España.
Pentiment, está disponible desde su lanzamiento de día uno en XBOX Game Pass, pero es de esos videojuegos que yo recomiendo comprar para poder tenerlos para siempre.
Como punto negativo podría decir que quizás sea un videojuego apuntado a un público con cierta formación académica y cultural o un nivel de educación que les permita conocer los detalles históricos en los que se desarrolla el argumento. Solo en algunas partes se hace lento, y quizás tedioso, pero más adelante logras comprender el porqué de esas secuencias, como dije antes, en Pentiment vas a aprendiendo sobre tu mismo a medida que avanzas.
Por lo que en mi opinión estamos ante una verdadera obra de arte que no me sorprendería nada que se metiera entre los nominados al GOTY (ya que, al menos, una nominación sería algo más que merecido que le haría muy bien a la industria del videojuego actual)
G-SCORE
87
Un juego para entendidos que deberían probar todos.
Probado en: Xbox Series X
Plataformas Adicionales: XBOX ONE/XBOX Series X|S / PC
Desarrollador: Obsidian Entertainment
Distribuidor: Xbox Game Studios
Disponible Ya
Nota Por Guillermo Triñanes – @Mr.Thanatos