Review: God of War Ragnarök (PC)

God of War: Ragnarök continúa la épica historia de Kratos y Atreus en el mundo de la mitología nórdica. Como secuela directa de God of War (2018), el juego mantiene la misma fórmula siendo muy directo con la mentalidad de “Si no está roto no lo cambies”… 

Una historia con peso

 La relación entre Kratos y Atreus es, sin duda, el corazón emocional de GoW Ragnarök. A lo largo del juego, se aprecia una evolución significativa en la dinámica entre padre e hijo. Mientras que en God of War (2018) Kratos asumía un papel más distante y autoritario, en Ragnarök, la relación se transforma hacia algo más abierto y complejo, mostrando que hasta un Dios tiene sus momentos de debilidad. Atreus, ahora más maduro y consciente de su identidad y destino, comienza a cuestionar las decisiones de su padre, lo que genera tensiones entre ambos. Kratos, por su parte, lucha por equilibrar su deseo de proteger a su hijo con la necesidad de dejarlo crecer y tomar sus propias decisiones. Este conflicto entre el miedo de Kratos al destino y la búsqueda de Atreus por respuestas genera momentos de gran carga emocional y profundiza el desarrollo de ambos personajes.

 Kratos sigue lidiando con su pasado violento y su temor a repetir los mismos errores, mientras que Atreus está más dispuesto a explorar sus poderes y su papel en los eventos que se acercan, lo que los lleva a enfrentarse tanto a enemigos externos como a sus diferencias internas. Esta relación padre e hijo, marcada por el amor, el conflicto y la comprensión mutua, se convierte en el núcleo narrativo que impulsa la trama, haciendo que los momentos de cercanía entre padre e hijo sean a veces más memorables que las secuencias de acción. Los personajes secundarios, incluidos los dioses nórdicos como Thor y Odín, añaden capas de complejidad a la historia y están representados con maestría.

En cuanto a las actuaciones, el cast de Ragnarök ofrece interpretaciones de una calidad excepcional: Christopher Judge, quien da voz y corazón a Kratos, y Sunny Suljic, en el papel de Atreus, entregan actuaciones increíblemente conmovedoras. Gracias al increíble motion capture y a la maravillosa perfomance de los actores, las cinemáticas logran un nivel de realismo y expresividad que rivaliza con las de las producciones de alto presupuesto de Hollywood, brindando tanto detalle que los personajes pueden tener una conversación entera sin decir una palabra. Esto combinado con la música y narrativa convierte a GoW Ragnarök en algo más que un simple videojuego: Es una experiencia narrativa emocionalmente rica, donde cada diálogo, escena y combate está cuidadosamente pensados tenernos pendientes de un hilo.

La banda sonora de GOW Ragnarök es otro aspecto que eleva la experiencia general del juego a un nivel casi cinematográfico; compuesta nuevamente por Bear McCreary, la música acompaña perfectamente cada momento, desde los combates más intensos hasta las escenas más íntimas y emotivas. La orquestación es rica y variada, utilizando instrumentos tradicionales nórdicos que se combinan con una poderosa música orquestal, lo que añade profundidad a la atmósfera del juego. Cada tema está cuidadosamente diseñado para acentuar el tono emocional de las situaciones, ya sea la tensión de una batalla o la melancolía de una conversación entre Kratos y Atreus. La música no solo complementa la acción, sino que también juega un papel clave en la narración, envolviendo al jugador en el mundo mítico del juego de manera inmersiva.

Gameplay

En cuanto a la jugabilidad, Ragnarök sigue siendo fiel a la fórmula que hizo a su predecesor tan exitoso. El combate es rápido, brutal y satisfactorio, con una mayor variedad de armas, opciones y habilidades. No digo mucho para no entrar en territorio de Spoilers. Vale la pena que lo vean por ustedes mismos.

Sin embargo, Ragnarök no está exento de pequeños inconvenientes. Uno de los puntos que me ha dejado un leve sabor amargo es la falta de variedad, tanto en los enemigos como en los puzzles. A medida que el juego avanza, se puede notar que se repiten ciertos tipos de enemigos muy seguido, lo que puede restarle frescura a las batallas. Aunque el combate sigue siendo satisfactorio, con múltiples estrategias y habilidades a disposición de Kratos y Atreus, la recurrencia de algunos oponentes puede generar una sensación de familiaridad que disminuye el sentido de ver mundos nuevos y explorar nuevas áreas para saquear por tesoros , ya que tendrás que hacer los mismos puzzles una y otra vez y pelear contra los mismos enemigos nuevamente, y la abundancia de misiones secundarias, aunque bien diseñadas, a veces puede diluir el enfoque principal de la trama.

 Los puzzles, aunque bien diseñados y coherentes con el mundo del juego, tienden a seguir patrones similares a lo largo del juego. En muchas ocasiones, los jugadores deberán interactuar con mecanismos ya conocidos, como mover objetos, lanzar el hacha en un cierto ángulo o usar habilidades específicas de Atreus y Kratos para desbloquear áreas o avanzar en la historia. Aunque estos rompecabezas cumplen su función de ofrecer pausas entre los combates, se siente la repetición de estas mecánicas y falta innovación suficiente para seguir sorprendiendo más adelante. En resumen, si bien los rompecabezas y los enemigos en Ragnarök no son inherentemente deficientes o malos de ninguna manera, la falta de mayor diversidad en su diseño a lo largo de la campaña puede provocar una ligera sensación de repetitividad, especialmente para quienes buscan más variación o creatividad en estos aspectos en especial en comparación con sus predecesores.

Gráficos

En cuanto al aspecto visual, Ragnarök es un espectáculo impresionante. El juego presenta una variedad de paisajes que reflejan la vastedad y el misticismo de la mitología nórdica. Cada uno de los Nueve Reinos que se exploran tiene su propio estilo visual distintivo, desde el desolado y helado Midgard, donde el Fimbulwinter ha transformado el entorno, hasta los exuberantes y vibrantes bosques de Vanaheim o las minas y entornos llenos de rocas de Svartalfheim. La atención al detalle es asombrosa, con texturas de alta calidad, iluminación dinámica y efectos climáticos que contribuyen a la inmersión. El nivel de realismo en los modelos de los personajes, las criaturas y los entornos es increíble. El uso de la iluminación, en particular, merece una mención especial. Desde los rayos de luz que atraviesan los bosques hasta los reflejos en el hielo o el fuego en las armas de Kratos, cada escenario es increíble de ver y se siente muy cuidadosamente detallado. Lamentablemente, los que esperaban ver mejoras en PC desafortunadamente van a tener que cruzar los dedos, ya que todos los seteos disponibles son los mismos que en Playstation 5. La única mejora por el momento es el salto en resolución y poder jugar con más suavidad por los FPS. Por el momento no hay adiciones de Ray Tracing o mejoras en texturas, como tuvo su antecesor al saltar a PC. Tal vez futuros patches modifiquen esto.

Y las mejoras no son realmente necesarias, seamos honestos. Los gráficos de por sí embellecen el mundo del juego y refuerzan la narrativa, sumergiendo al jugador en un universo que se siente vivo, peligroso y profundamente mítico.

En términos de performance el juego está muy bien optimizado para el hardware moderno, y la adición de DLSS y Frame Generation ayudan mucho. Al parecer ciertos sistemas tienen problemas de compatibilidad con ciertas tarjetas. He sufrido en ocasiones de modelos cargando las texturas cuando viajaba por los portales, y parece que este es un problema común en línea… Pero son pequeños detalles que seguro se arreglan en futuras actualizaciones.

En conclusión, God of War: Ragnarök es una secuela que no solo cumple con las expectativas, sino que las supera en muchos aspectos. La evolución de la relación entre Kratos y Atreus es el corazón emocional del juego, ofreciendo una narrativa madura y profunda que explora temas como la paternidad, el destino y sus consecuencias. A esto se suma un combate brutal y estratégico que, aunque pueda verse afectado por la repetitividad de algunos enemigos y puzzles, sigue siendo una de las experiencias más satisfactorias del género.

Si bien algunos aspectos como la falta de mayor variedad en ciertos enemigos y mecánicas pueden ser criticados, estos no restan significativamente a la experiencia general. God of War: Ragnarök es una obra maestra que combina un muy satisfactorio gameplay, una narrativa rica y una presentación audiovisual impresionante, consolidándose como uno de los títulos más memorables y mejor ejecutados de los últimos años.

GNOVA SCORE: 95

Probado en: PC – Ya disponible!
Plataformas Adicionales: PS5
Desarrollador: Santa Monica Studio
Publisher: Sony

Nota por Martin Varsano – Nota perteneciente a GNOVA Magazine #11
Agradecemos a PlayStation Latam por proveernos el juego para realizar este artículo.

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